Trabajo en colaboración con los artistas españoles: Sussy Mateo y Ezu
Cerrar la ventana.
Recogerse. Entregarse a la noche, a sus
misterios, a
sus sorpresas. Inclinarse al silencio y a la maravilla de la intimidad.
Correrse del anhelo y la mirada
huracanada de los otros. Gritar desde los pensamientos.
Acallarse. Reposar.
Sentir al alma
despojarse, llorar, reír, acomodarse a ella y acurrucarse en el sueño de los
hijos. Arropar su indefensión, su ingenuidad y amarlos, amarlos a solas, al
tenue aliento de sus boquitas siempre infantiles, aunque sean ya hombres o
mujeres.
Todo calla. El mundo es
nuestro. Sin la intromisión de la verdad ajena, del juicio sin valor.
Soledades que bailan
en recuerdos a nuestro alrededor, sólo porque son invocados, invitados a la
orgía nocturna de imágenes somnolientas.
Observar la larga fila
de sombras en el techo de la casa que nos cobija y dejarnos llevar por el mundo de las ideas.
Recordar...
Envolvernos al abrigo
íntimo de la fantasía, en un hilo
finísimo que sólo teje la oscuridad del
futuro, travieso y agazapado, inevitable y de groseras dimensiones.
Sostenido compás de
espera hacia la desintegración. Pero no
hoy, ni ahora.
Me estiro perezosamente en la danza quieta y sensible de algún ruido lejano.
El bostezo precede a la
entrega. Me dejo llevar.
Dormir, con el
permiso de nadie.
Recién mañana volveré
a abrir la ventana y compartiré otra bocanada de luz y de espacio, en el cotidiano y soleado
deambular.
NORMA ARISTEGUY
Lograste captar "ese momento" donde el mundo exterior se apaga y el interior se enciende. Se iluminan los pensamientos echados a volar sin orden hasta relajarnos y quedar dormidos... ¡Un lujo leerte, Normita! Un beso enorme, amiga!!!!!!!!
ResponderEliminarGracias Diana por darte la vueltita.
ResponderEliminarPerdón por mi tardanza pero hacía mucho que no entraba y no lo había visto.
Un abrazo amiga.
Norma