domingo, 25 de septiembre de 2011

REVISTA MANDALA NRO. 21

http://es.scribd.com/doc/66169468/Revista-Mandala-Literaria-No-21 Gracias al directorio de la revista virtual Mandala por la publicación de "Nocturno"

miércoles, 14 de septiembre de 2011

LOS QUE ME HABITAN

EN HONOR DE MARÍA GRANATA Y SU "JUBILOSO EXTERMINIO" Quisiera detener esta furia nocturna que me provoca la luna. Quizás sea alguno de mis ancestros que me habita y se prende de mi sorprendida alma que cabalga como una alucinada. O a lo mejor es algún indígena, pariente muy lejano que amarrado a mis pensamientos pelea aún por su libertad en la oscuridad de la noche, montando un caballo brioso, en pendenciera búsqueda de su destino. Siento mientras camino por la orilla de la costa que aquel tío Abrahán me pone una caña de pescar frente a los ojos, y que me traigo todas las estrellas que taponan el espacio y sus sirenas que cantan una canción de amor. Me siento poseída por los celos de tía Herminia que me patea el pecho, y en la alucinación relampaguea mi ira porque el dueño de mi amor ha partido. ¿Qué me lleva a tender la ropa en abusivo orden? ¿A hacer un círculo perfecto de macetones en mi jardín de vida? ¿ La madre obsesiva que me acaricia y me dice junto al oído:-Cuidado hija, cuidado? ¿Qué es esta necesidad desesperada de arrojarme al agua y enloquecer de alegría entre las olas? ¿Algún abuelo marino? ¿Qué me impulsa a descalzarme, a quitarme la ropa y sentirme abrazada por la piel más libre que se pueda imaginar? ¿Alguna lejana, muy lejana tatarabuela con sueños de vampiresa? ¿Y mis encierros de sometimiento? ¿Mis deseos de aprobación? Será alguna abuela gallega de carácter reprimido que me contrae los nervios y el pensamiento? ¿Y el hartazgo? Ése que planta mis pies sobre el piso y ve la realidad más simétrica que la propia realidad. ¿Habrá en mi sangre vestigios de algún antepasado perfeccionista? ¿Por qué siento que habla mi prima Laura cuando me enojo? Su voz sale a través de mí, y me contraigo de rencor cuando alguien me traiciona. ¿Cuántos átomos saltaron desde la tumba de la vieja Matilde, la mujer que me crió, y me convirtieron en huidiza, desconfiada y temerosa? Toda yo soy habitáculo de seres que se apoderan de mi espíritu, a veces libero ansiedades retenidas y soy líder justiciera, otras…me debato en rencores lejanos y otras mil… soy diferentes personajes en relatos ajenos, fuente de vida en pechos masculinos, y el vientre universal y misterioso de todas las mujeres. Me quedo en cada amor de cada una de mis vidas y soy capaz de empuñar la peor de las armas en las guerras: la indiferencia. ¿Qué prostituta desde el espacio de alguna de mis familias enciende mis pechos y mis piernas cuando salgo a la carrera y me revuelco en la arena? ¿Qué personaje de qué relato ha sido mi amante y todavía hoy calienta mis sentidos, sintiéndome inquieta ante el recuerdo que no consigo dilucidar? ¿Quién desde lo desconocido, atropella mis días en oficina, estudios, poesías, belleza, vulgaridad, malos humores, desencuentros y culpas? ¿Será ésta mi Ítaca? ¿Otra vez esperaré en vano? ¿Quién de todos los que me habitan me llevan a atravesar el espejo en que me miro y no me reconozco? ¿Quién me empuja hacia el otro lado del cristal? De donde sé que no volveré pues ya he llegado desnuda a alguna otra parte, sin voz, sin voluntad y sin mis huesos. Me pregunto cuántos son los que se van conmigo. Sin embargo en algún lado estoy, desde donde veo gente que me llora, que dice sólo mi nombre evaporado en el azogue, sin reglas ya, ni leyes, ni prejuicios, ni cancerberos. Y sin vos… Norma Aristeguy

LOS QUE ME HABITAN

EN HONOR DE MARÍA GRANATA Y SU "JUBILOSO EXTERMINIO" Quisiera detener esta furia nocturna que me provoca la luna. Quizás sea alguno de mis ancestros que me habita y se prende de mi sorprendida alma que cabalga como una alucinada. O a lo mejor es algún indígena, pariente muy lejano que amarrado a mis pensamientos pelea aún por su libertad en la oscuridad de la noche, montando un caballo brioso, en pendenciera búsqueda de su destino. Siento mientras camino por la orilla de la costa que aquel tío Abrahán me pone una caña de pescar frente a los ojos, y que me traigo todas las estrellas que taponan el espacio y sus sirenas que cantan una canción de amor. Me siento poseída por los celos de tía Herminia que me patea el pecho, y en la alucinación relampaguea mi ira porque el dueño de mi amor ha partido. ¿Qué me lleva a tender la ropa en abusivo orden? ¿A hacer un círculo perfecto de macetones en mi jardín de vida? ¿ La madre obsesiva que me acaricia y me dice junto al oído:-Cuidado hija, cuidado? ¿Qué es esta necesidad desesperada de arrojarme al agua y enloquecer de alegría entre las olas? ¿Algún abuelo marino? ¿Qué me impulsa a descalzarme, a quitarme la ropa y sentirme abrazada por la piel más libre que se pueda imaginar? ¿Alguna lejana, muy lejana tatarabuela con sueños de vampiresa? ¿Y mis encierros de sometimiento? ¿Mis deseos de aprobación? Será alguna abuela gallega de carácter reprimido que me contrae los nervios y el pensamiento? ¿Y el hartazgo? Ése que planta mis pies sobre el piso y ve la realidad más simétrica que la propia realidad. ¿Habrá en mi sangre vestigios de algún antepasado perfeccionista? ¿Por qué siento que habla mi prima Laura cuando me enojo? Su voz sale a través de mí, y me contraigo de rencor cuando alguien me traiciona. ¿Cuántos átomos saltaron desde la tumba de la vieja Matilde, la mujer que me crió, y me convirtieron en huidiza, desconfiada y temerosa? Toda yo soy habitáculo de seres que se apoderan de mi espíritu, a veces libero ansiedades retenidas y soy líder justiciera, otras…me debato en rencores lejanos y otras mil… soy diferentes personajes en relatos ajenos, fuente de vida en pechos masculinos, y el vientre universal y misterioso de todas las mujeres. Me quedo en cada amor de cada una de mis vidas y soy capaz de empuñar la peor de las armas en las guerras: la indiferencia. ¿Qué prostituta desde el espacio de alguna de mis familias enciende mis pechos y mis piernas cuando salgo a la carrera y me revuelco en la arena? ¿Qué personaje de qué relato ha sido mi amante y todavía hoy calienta mis sentidos, sintiéndome inquieta ante el recuerdo que no consigo dilucidar? ¿Quién desde lo desconocido, atropella mis días en oficina, estudios, poesías, belleza, vulgaridad, malos humores, desencuentros y culpas? ¿Será ésta mi Ítaca? ¿Otra vez esperaré en vano? ¿Quién de todos los que me habitan me llevan a atravesar el espejo en que me miro y no me reconozco? ¿Quién me empuja hacia el otro lado del cristal? De donde sé que no volveré pues ya he llegado desnuda a alguna otra parte, sin voz, sin voluntad y sin mis huesos. Me pregunto cuántos son los que se van conmigo. Sin embargo en algún lado estoy, desde donde veo gente que me llora, que dice sólo mi nombre evaporado en el azogue, sin reglas ya, ni leyes, ni prejuicios, ni cancerberos. Y sin vos… Norma Aristeguy